Sobre el blog

Los perros sordos no son diferentes a los demás perros, salvo obviamente, porque no pueden oirnos ni seguir órdenes de obediencia a voces de su amo. Antes de adoptar un perro sordo, informate sobre la sordera en los perros y descubre algunos de los mitos relacionados negativamente con la pérdida de audición en los perros.

Perro Sordo

Perro sordo es un blog sobre los perros que padecen sordera. Artículos sobre las causas de sordera en los perros, como prepararnos y como podemos crear un entorno adecuado para convivir felizmente con ellos.

Como afecta la sordera a los perros

Un perro sordo es un perro que obviamente no puede oir, o que tiene una disfunción en alguno de sus dos oidos de forma que su nivel auditivo es más bajo que el de un perro con su sentido del oido a pleno rendimiento. La sordera puede ser una pérdida de oido, puede ser unilateral o puede ser bilateral y total. Aunque un perro sea sordo siempre podrá ser igual de juguetón, leal e inteligente como cualquier otro perro, la diferencia está en que no se puede llamar su atención con ningún sonido, llamándole por su nombre, con silbidos o monosílabos para advertirle de algo, no nos podremos comunicar con el mediante la voz.

Una persona que acaba de descubrir que su perro tiene sordera o está pensando en adoptar un perro sordo puede tener dificultades para aceptar y hacerse a la idea de cuidar de un perro sordo. Existen ciertos prejuicios que advierten de efectos secundarios de la sordera en la conducta del perro, peligros que no son tales, como problemas de conducta, desobediencia, tendencia a morder, agresividad y otros mitos que no son reales. Estas advertencias negativas podrán desanimar a la persona que desee convivir con un perro sordo pero debemos tener en cuenta que los problemas de conducta suceden en todo tipo de perros, con o sin defectos, de diferentes tamaños y razas de perros, que nada tiene que ver con la sordera sino con el entrenamiento y preparación del amo.

Los perros sordos que tienen una mordida más fuerte de lo habitual y pueden llegar a hacer algo de daño, muerden algo más fuerte porque si su sordera es congénita, de nacimiento, pueden jugar a morder como lo harian con otros cachorros durante los juegos, pero al no oir ningun chillido, pueden apretar un poco más hasta que el compañero de juego o nosotros mismos hagamos señal de queja, entonces el perro deja de morder. Si acostumbramos a ser un poco más exagerados, haciendo más gestos o apartandonos rápidamente, el perro lo entenderá enseguida y no tendrá una mordida fuerte.

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